Así que, en lugar de intentar abarcarlo todo, enfócate en lo que te hace único.
A veces pensamos que para tener éxito debemos llegar a todos, gustarle a todos y ser todo para todos. Sin embargo, la verdadera magia ocurre cuando aceptamos que nuestro trabajo está diseñado para ciertas personas, para esas que conectan con lo que hacemos y lo valoran profundamente.
Y eso es maravilloso, porque significa que no necesitas abarcar más. Solo necesitas conectar mejor.
Dejar saber quién eres y qué ofreces
Una de las grandes lecciones que he aprendido es que la autenticidad siempre encuentra a su audiencia. Cuando tienes claro quién eres y qué ofreces, aparecen las personas que resuenan contigo de manera natural.
Por ejemplo, yo que estoy envuelta en el tema del senderismo, Patagonia es una de esas marcas que he comenzado a admirar mucho y para mi es el mejor reflejo de esto. Sus valores son claros: sostenibilidad, calidad y compromiso ambiental. ¿Qué ocurre? Hay quienes no entienden por qué elegirían su ropa, pero quienes sí la eligen lo hacen porque comparten esos mismos valores. Para ellos, es mucho más que ropa; es una extensión de su forma de vivir.
Ese tipo de conexión auténtica es lo que podemos buscar en nuestros proyectos. Reconocer que tu trabajo no tiene que abarcarlo todo, sino llegar a quienes realmente lo valoren, convierte lo que haces en algo más significativo.
Establece procesos claros
Diseñar cómo compartes tu proyecto con el mundo puede marcar la diferencia. Tener procesos claros que reflejen quién eres y lo que ofreces actúa como un filtro natural, permitiendo que lleguen las personas correctas.
Hace un tiempo leí una historia de una fotógrafa que decidió enfocarse únicamente en parejas que querían documentar sus momentos más auténticos. No buscaba bodas perfectas o posadas, buscaba risas reales, abrazos espontáneos y pequeños detalles cargados de significado. Lo comunicó en su sitio web con un mensaje simple: “Mi estilo es auténtico, imperfecto y lleno de emoción. Si eso resuena contigo, soy la fotógrafa para tu momento especial.”
Ese mensaje fue tan claro que solo llegaban a ella las parejas que compartían esa visión. Su trabajo no solo creció, sino que lo hizo de una forma alineada con su esencia, sin comprometer su estilo.
Evita lo forzado
Piensa en las relaciones personales que más atesoras. Esas que se sienten fáciles, naturales, como si siempre hubieran estado destinadas a ser. Ahora, reflexiona sobre esas otras relaciones que requieren demasiado esfuerzo, donde parece que nunca terminas de encajar.
Con las marcas pasa lo mismo. Las conexiones más fuertes son aquellas donde hay afinidad, donde las personas reconocen en tu trabajo algo que les conecta con ellas. Por ejemplo, recientemente visité una cafetería local y tenía un cartel que decía: “Aquí se vive el café en su estado puro. Nos apasiona su sabor sin añadidos.” Estoy segura que para algunos, esto significa seguir buscando otro lugar. Para otros, es exactamente lo que quieren experimentar.
¿El resultado? No lo conozco de primera mano, pero según lo que he visto en los días en que he estado allí puedo concluir que los clientes que se quedan se convierten en verdaderos fans, porque los veo que frecuentan el lugar y disfrutan algo que conecta con su manera de ver el mundo. Eso es lo que ocurre cuando somos claros y consistentes con lo que ofrecemos.
Crea una Identidad de Marca que hable por sí sola
Construir una identidad de marca va mucho más allá del diseño visual. Es un proceso en el que defines quién eres, cuáles son tus valores y cómo deseas comunicar todo esto al mundo. Tener esta claridad lo transforma todo, porque te permite actuar desde tu esencia, atrayendo a las personas que comparten tu visión.
Aunque no es una marca, pero lo que he experimentado tiene mucho que ver con este punto, y es que cuando empecé a caminar senderos, lo hacía para explorar, sin expectativas. Pero algo especial ocurrió en el camino: conocí personas con las que conecté profundamente tal vez por mis valores, cómo los comunico y ser quien soy. Cada conversación, cada historia compartida me dejó algo, como si fueran piezas de un rompecabezas que me ayuda a avanzar.
Esa experiencia me reconfirmó que las conexiones auténticas siempre se sienten ligeras, como si fluyeran solas. Lo mismo ocurre cuando tu marca refleja quién eres de manera honesta. Las personas correctas llegarán y se quedarán, porque no necesitas convencerlas. Simplemente estarán alineadas contigo.
Cuando construyes desde tu esencia, todo empieza a encajar. Descubres que no necesitas expandirte hacia todas partes, sino profundizar en lo que realmente importa. Cada proyecto, cada relación y cada paso que das tiene más significado cuando está alineado contigo y con quienes valoran lo que haces.
Así que, en lugar de intentar abarcarlo todo y tratar de convencer a las personas en que eres el servicio o producto indicado para ellos, enfócate en lo que te hace único. Comparte tu visión con confianza, diseña procesos claros que reflejen tus valores y confía en que las personas correctas encontrarán su camino hacia ti. Porque sí, ellas están ahí, esperando conectar con todo lo que tienes para ofrecer.
Y eso es más que suficiente.
Confío que todo lo que comparto contigo te sirva para poder seguir construyendo tu sueño.
Fuerte abrazo;
Betsy
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